¿Crees que
el uso de palabras positivas y armoniosas puede influir en nuestra vida?
Esto no es solo una creencia,
es un hecho científico. Las palabras armoniosas y positivas tienen la energía
del amor y vibran en esa frecuencia. Cuando tenemos pensamientos, palabras y
acciones positivas, generamos emociones que producen una química que apoya el
funcionamiento de nuestro sistema inmunológico, el crecimiento y reproducción
de nuestras células y el mantenimiento de los sistemas del cuerpo, generando y
manteniendo un estado de buena salud. A la vez generan un magnetismo que se
manifiesta en nuestro medio ambiente externo, en nuestras relaciones amorosas,
profesionales, etc.
¿Hay
consecuencias?
Así como los pensamientos y
palabras positivas apoyan el funcionamiento armonioso de nuestra biología, los
pensamientos y palabras negativos son unos de los principales generadores de
enfermedades, y de situaciones externas no deseadas. Es importante entender que
nuestra vida tiene una causa fundamental que es energética, vibracional,
cuántica y un efecto que es newtoniano, o sea que se manifiesta en lo físico,
en lo que captamos con los 5 sentidos. Hay una relación muy estrecha entre lo
que pensamos y decimos, (o sea el vocabulario que usamos) y la manifestación en
nuestro cuerpo y en nuestra vida en general. Como los sentidos nos muestran una
realidad tangible muy fuerte, nos olvidamos que el origen de todo lo que
vivimos es energético y entonces le ponemos énfasis a los efectos y nos
olvidamos o ignoramos las causas, las cuales son siempre energéticas. La
manifestación física del mundo dual tridimensional es el último estado de un
proceso vibratorio, y si este tiene una polaridad negativa destructiva, es
cuestión de tiempo para que se manifieste en el mundo físico.
¿Cual es su poder?
Un ejemplo claro del poder de
los pensamientos y las palabras positivas es la manifestación de una remisión
instantánea de una enfermedad terminal, como en el caso de Anita Moorjani,
quien padeciendo un cáncer terminal con tumores visibles en todo el cuerpo,
entra en estado de coma del cual los médicos dicen que ya no va a salir, que
eran sus ultimas horas de vida. Es en ese momento que tiene una experiencia
espiritual en donde se ve saliendo de su cuerpo y puede comunicarse con su
padre que había fallecido un tiempo antes y le puede decir que lo quiere y que
la perdone por no haber respetado su mandato a la hora de casarse, rechazando
la elección de marido de su padre (Anita es de descendencia Hindú y en esa
religión, muchos matrimonios son arreglados por los padres de los novios y
desobedecer el mandato paterno es una de las peores ofensas familiares y
sociales). En el momento que el padre le dice que esta perdonada y que tiene
que disfrutar de su vida, y que la ama, ella vuelve a su cuerpo, sale del
estado de coma y le dice a los médicos que estaba curada. Dos meses más tarde
no tenía ningún tumor en su cuerpo y hoy da conferencias por todo el mundo
explicando el poder del amor y de todos sus derivados en pensamiento y palabra.
Lipton postula cuatro
propuestas fundamentales:
Lo que condiciona a todo
organismo vivo es su «entorno» físico y energético, y no su carga genética como
teoriza el neodarwinismo.
La «cooperación» es la base de
la evolución para la supervivencia, y no un acto competitivo, como también
indica Darwin, entre los organismos más fuertes. Siendo los organismos con
mayor capacidad de trabajar conjuntamente los que sobreviven. Entendiendo el
sistema orgánico como el conjunto de elementos con capacidad de interactuar
desde la especialización del trabajo y la cooperación para la resolución de
problemas.
Y puesto que los seres humanos
como organismos vivos, tampoco estamos determinados por nuestros genes, sino
condicionados por el entorno y sobre todo por nuestras «creencias», somos
dueños absolutos de nuestro destino.
La personalidad y la salud de
los individuos se conforma como un «aprendizaje» en el vientre materno y en la
niñez hasta aproximadamente los seis años.
Bruce H.
Lipton, es un biólogo celular estadounidense, considerado una de las
principales y más controvertidas voces en la nueva biología, contraria al
paradigma darwinista y partidaria de que el entorno y y la cooperación (tesis
de Lamarck)
y no los genes son
el auténtico motor de la vida. Es autor del best seller La biología de la
creencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario