“Los pobres son los únicos que poseen el secreto de las transformaciones profundas. Tal vez por esto parezca una ilusión. No lo es si nos proponemos en la perspectiva del plan del Padre, incomprensible para nosotros y de la acción del Espíritu. No olvidemos que los frutos del espíritu son amor, alegría y paz. (Gálatas 5 – 22)”.
Alegres en la Esperanza Edic. Paulinas, 1979
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